Dali, en la provincia china de Yunnan, se ha convertido en un destino clave para viajeros de larga estancia, con más de 300.000 visitantes el año pasado. Su entorno natural y riqueza cultural hacen de esta localidad un lugar ideal para quienes buscan una nueva forma de vida.
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Al amanecer, los viajeros de todo el país se reúnen en Dali para disfrutar de un café junto al lago Erhai y contemplar la salida del sol.
El creciente flujo de viajeros ha impulsado la inversión en lugares como el pueblo de Wenbi, donde han surgido nuevos negocios como hoteles boutique, restaurantes y estudios de fotografía. Una de las principales atracciones es la carretera arcoíris de 2,8 kilómetros, que ofrece vistas espectaculares de las montañas y el lago Erhai. Este año, en Wenbi, se creó la Alianza de Viajes de Dali con el objetivo de hacer aún más acogedor el entorno para los visitantes.
El clima agradable de Dali, su rica cultura étnica y su profundo legado histórico han convertido a la ciudad en un refugio para los creativos. Más de 30.000 artistas han elegido Dali como su segundo hogar.
El encanto de Dali se encuentra en sus impresionantes paisajes naturales y en el vibrante espíritu de su comunidad. Ya sea recorriendo sus pintorescas calles, conversando con los artesanos locales o simplemente disfrutando de sus vistas, Dali ofrece una amplia gama de experiencias que invitan a los viajeros a disfrutar de la belleza del momento.