Desde que China implementó su política de exención de visados el 1 de diciembre de 2023, y ampliándola progresivamente a más países, el flujo de turistas internacionales ha registrado un crecimiento significativo. Entre los principales beneficiados se encuentra el emblemático Templo del Cielo en Beijing.

Este complejo arquitectónico del siglo XV, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, se ha convertido en parada obligatoria dentro del circuito turístico clásico de Beijing, que también incluye la Gran Muralla China, la Ciudad Prohibida y el Palacio de Verano. Con sus 273 hectáreas de extensión, el Templo del Cielo destaca por su diseño geométrico basado en principios astronómicos y su significado histórico como lugar donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing realizaban ceremonias para asegurar buenas cosechas.

La expansión de la política de exención de visados, que actualmente permite a ciudadanos de 54 países permanecer hasta 10 días en China sin necesidad de trámites previos, ha sido identificada como uno de los principales factores detrás de este repunte turístico. Con la llegada de la primavera, los visitantes admiran el impresionante Salón de la Oración por la Buena Cosecha con su característico tejado azul celeste. El Templo del Cielo es sin duda, la muestra inequívoca del poder, al combinar su legado histórico como patrimonio cultural con el turismo moderno, consolidándose como uno de los símbolos más reconocibles de la capital china.