La cocina cantonesa, originaria de la provincia de Guangdong en el sur de China, es reconocida por su énfasis en la frescura de los ingredientes y la sutileza en la combinación de sabores. A diferencia de otras gastronomías regionales chinas, la cocina cantonesa busca resaltar el sabor natural de los alimentos, utilizando condimentos de manera moderada.  

Entre las técnicas culinarias más empleadas se encuentran el vapor, el salteado rápido y el asado. Estas métodos permiten preservar la textura y el sabor original de los ingredientes, manteniendo su integridad y valor nutricional.  

Algunos de los platos más emblemáticos de la cocina cantonesa incluyen:

• Dim Sum: Una variedad de pequeños bocados como dumplings, bollos al vapor y rollos de arroz, tradicionalmente servidos con té en reuniones sociales.  

• Char Siu: Cerdo asado a la barbacoa, marinado en una mezcla dulce y salada, que le otorga su característico color rojo y sabor distintivo.  

• Sopa Wonton: Caldo claro con dumplings rellenos de carne de cerdo y camarones, acompañado de fideos finos.  

La influencia de la cocina cantonesa se ha extendido globalmente, en gran parte debido a la diáspora de emigrantes de Guangdong, convirtiéndola en una de las gastronomías chinas más reconocidas internacionalmente.