¿Cuántas especies existen en la Tierra? Aún no hay una respuesta definitiva. Históricamente, la documentación y el estudio de la biodiversidad dependían de expertos. Ahora, los macrodatos y las tecnologías de inteligencia artificial están revolucionando la participación del público y ofrecen nuevas formas de registrar, comprender y proteger la biodiversidad.

El Jardín Botánico del Sur de China (SCBG por sus siglas en inglés), que forma parte de la Academia China de Ciencias y se encuentra en la provincia meridional china de Guangdong, cuenta con un sistema inteligente de gestión de especímenes desarrollado de forma independiente denominado Cathaya, a través del cual logró completar en 2024 la recepción de más de 50.000 especímenes de plantas y cargó 300.000 datos de distribución espaciotemporal relativos a los especímenes recogidos. Más de 250.000 datos de especímenes se compartieron a través del sistema, el cual ha permitido una gestión eficaz de todo el proceso, desde la investigación de campo hasta el intercambio digital de especímenes, estableciendo un nuevo paradigma para la investigación y gestión inteligente de la biodiversidad. El SCBG también ha desarrollado la aplicación “BioGrid”, una herramienta de observación e identificación de la biodiversidad que utiliza datos científicos a gran escala e inteligencia artificial. Esta aplicación aborda retos como la localización precisa de plantas y la identificación de especies, mejorando la recopilación de datos y las capacidades de reconocimiento de especies tanto para profesionales como para el público.
Gracias a la creación y aplicación de estas y otras herramientas tecnológicas, el SCBG hasta ahora ha logrado conservar 1.050 especies de plantas raras y amenazadas, incluidas 558 plantas silvestres protegidas por el Estado. Su centro de reproducción de plantas raras y amenazadas, que busca la protección efectiva del 95 % de este tipo de plantas en el sur de China y reintroducir 20 especies en sus hábitats naturales, ocupa 20 hectáreas y alberga más de 230 especies, lo que lo convierte en uno de los mayores bancos de germoplasma de flora rara de China.
Esta es tan solo una de la gran gama de iniciativas que China ha tomado como participante clave en la conservación ecológica mundial, al tiempo que continúa explorando enfoques innovadores para la protección de la biodiversidad y la gestión de los ecosistemas.