"La cifra refleja la fuerte resiliencia y vitalidad de la economía china y demuestra que es plenamente capaz de hacer frente a los desafíos externos". Así se expresaba John Milligan-Whyte, presidente de la America-China Partnership Foundation, después de que China anunciara el día 16 un crecimiento del 5,4 % en el primer trimestre del 2025.

Desde principios de año, Estados Unidos ha venido imponiendo una serie de aranceles a sus socios comerciales, lo que ha afectado gravemente al orden económico mundial. ¿Será capaz China, la segunda economía mundial, de resistir en un entorno exterior tan complejo y hostil? Los datos económicos del primer trimestre dan la respuesta .
En los tres primeros meses de 2025, los indicadores de demanda de producción de China aceleraron su recuperación: el valor aumentado industrial aumentó un 6,3 % respecto al mismo periodo del año anterior; el sector de servicios registró un incremento del 5,3 %; y la inversión en activos fijos creció un 4,2 %. Tras años de desarrollo, China ha conformado un sistema industrial completo y resistente, sentando unas bases sólidas para su continua expansión económica.
Además, la economía china ya ha pasado de la dependencia de la inversión y la propulsión de exportaciones, al accionamiento conjunto de la demanda interna y la innovación. En los últimos cinco años, la tasa de contribución del consumo interno ha representado por término medio más del 80 % del crecimiento económico nacional.
En cuanto a la demanda interna, las ventas minoristas totales de bienes de consumo en China crecieron un 4,6 % interanual en el primer trimestre, contribuyendo a que China haya entrado en una fase clave de mejora del consumo, con un amplio margen de expansión mensual.
En términos de innovación, el valor aumentado de la fabricación de alta tecnología creció un 9,7 % interanual en el primer trimestre. Ya en marzo de este año, BMW China y Huawei Terminal llegaron a un acuerdo para desarrollar conjuntamente aplicaciones y funciones inteligentes.
Los elevados aranceles impuestos por Estados Unidos ejercerán cierta presión sobre la economía china a corto plazo, pero no cambiarán su tendencia positiva a largo plazo. Con la aplicación de políticas macroeconómicas más proactivas y eficaces, China tiene confianza y plena capacidad para responder a los retos externos y alcanzar sus objetivos de desarrollo establecidos.