La próxima misión espacial tripulada de China se encuentra cada vez más cerca de su lanzamiento. El equipo de la Shenzhou-20 ha llevado a cabo con éxito su último simulacro antes del despegue, y todos los sistemas están listos para iniciar la misión.

La mañana del día 22 se realizó una simulación integral bajo la supervisión del Centro de Control Aeroespacial de Beijing. Equipos ubicados en Jiuquan, Xi'an y diversas estaciones de rastreo a lo largo del país participaron en el ensayo, cubriendo todas las fases de la misión, desde el despegue hasta las operaciones en órbita. El Centro de Control de Satélites de Xi'an encabezó además un simulacro de retransmisión con múltiples estaciones terrestres, con el objetivo de evaluar el monitoreo en tiempo real y los protocolos de emergencia. Según un ingeniero del centro, el ejercicio se enfocó en la gestión de posibles fallos de datos y en el cambio automático entre sistemas, garantizando así un funcionamiento fluido el día del lanzamiento. Este ensayo representó la última gran prueba antes del despegue. Las inspecciones finales y el proceso de abastecimiento de combustible comenzarán en breve, ya que tanto la nave Shenzhou-20 como el cohete portador Gran Marcha-2F se encuentran completamente preparados para su lanzamiento.