La Comisión Nacional de Salud de China ha instado a las autoridades de EE. UU. a dejar de culpar al país asiático y a no ignorar las preguntas legítimas sobre su papel en la pandemia de la COVID-19.

Esta reacción se produjo tras el lanzamiento, la semana pasada, de un nuevo sitio web por parte de la Casa Blanca, en el que se afirma que el virus comenzó a propagarse a raíz de una supuesta fuga en un laboratorio chino. Según la Comisión, EE. UU. ha intentado repetidamente incriminar y desacreditar a China a través de la llamada teoría de la fuga de laboratorio, una hipótesis que ha sido ampliamente cuestionada y ridiculizada por la comunidad científica. Asimismo, el organismo señaló que existen múltiples indicios que sugieren que el virus pudo haber surgido en EE. UU. antes de lo que se reconoció oficialmente, lo que refuerza la necesidad de investigar más a fondo los posibles orígenes en territorio estadounidense. Por último, la Comisión sostuvo que EE. UU. le debe a la comunidad internacional una explicación seria y transparente frente a estas inquietudes legítimas.