China volvió a manifestar su posición frente a las guerras comerciales y arancelarias impulsadas por Estados Unidos, advirtiendo que nadie sale beneficiado y que tanto el desacoplamiento económico como el proteccionismo terminan siendo perjudiciales para todos.

"La postura de China frente a la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos es firme y contundente: no buscamos una confrontación, pero tampoco la tememos. Si Estados Unidos insiste en el enfrentamiento, estamos dispuestos a resistir hasta el final. Si opta por el diálogo, nuestra puerta permanece abierta. No obstante, si Washington realmente quiere resolver las diferencias a través de una negociación, debe abandonar las amenazas y dejar de recurrir a la presión y la coerción. Las conversaciones solo pueden avanzar si se desarrollan sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y el beneficio recíproco. No se puede hablar de un acuerdo mientras se intensifican las presiones. Esa no es la forma adecuada de relacionarse con China, y simplemente no dará resultado", dijo Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.