Qufu, la ciudad que vio nacer a Confucio en la provincia de Shandong, ofrece a los visitantes un viaje en el tiempo para experimentar de primera mano cómo se vivía hace siglos en aquella zona. 

Un grupo de periodistas internacionales ha tenido la oportunidad de acercarse a la historia y filosofías chinas en la montaña de Nishan, en la ciudad natal de Confucio, Qufu. Allí pudieron atestiguar un mar de túnicas de seda flotantes mientras los artistas recreaban antiguos rituales: una ceremonia de bienvenida de 2.500 años de historia que cobraba vida frente a sus ojos. Aquí, visitantes de todo el mundo contemplan asombrados, no solo como meros espectadores, sino como auténticos participantes, practicando antiguos rituales que se remontan a la época del afamado filósofo. Una experiencia que les permite desconectar del ajetreo diario y donde podrían renunciar a la conexión Wi-Fi durante una semana para vivir como lo hizo Confucio.