Brasil evitó la emisión de 64,4 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) en 2024 gracias al uso de biocombustibles en su matriz energética, de acuerdo con el más reciente informe del Observatorio de Conocimiento e Innovación en Bioeconomía del centro de estudios universitario Fundación Getulio Vargas (FGV), divulgado 5 de mayo.

El estudio, que monitorea trimestralmente la descarbonización en el consumo de combustibles livianos y pesados de Brasil, la mayor economía de América Latina, reveló que la bioenergía contribuyó con una importante reducción de gases de efecto invernadero vinculado a la actividad económica brasileña.
En términos de mitigación, la presencia de bioenergía en los combustibles ligeros evitó la emisión de 44 millones de toneladas de CO2eq, lo que equivale, según el estudio, a la reforestación de más de 107.000 hectáreas de bosque tropical.
El documento también destaca avances en el sector de transporte pesado. La mezcla de biodiésel y una mayor eficiencia energética permitieron una caída del 1,8 % en la intensidad de carbono del ciclo diésel.
Esto se tradujo en 20,4 millones de toneladas de CO2eq evitadas en 2024, un aumento del 22,6 % respecto a 2023.
Los estados de Mato Grosso (oeste), Goiás (centro) y Sao Paulo (sudeste) fueron los que más contribuyeron al resultado de la descarbonización.
Un elemento clave fue el etanol, el alcohol combustible a partir de caña de azúcar que utiliza el parque automotor brasileño.
La participación del etanol en el mercado de combustibles ligeros mostró un aumento significativo en 2024, alcanzando el 41,1 % del consumo energético total de la flota, según el estudio
En 2024, el aumento de la participación del biocombustible se produjo debido al incremento del 33 por ciento en las ventas de combustible de etanol hidratado.

Brasil evitó 64,4 millones de toneladas de CO2 en 2024 gracias al uso de bioenergía, según estudio.