Frente a los graves desafíos que plantea el cambio climático global, la transformación verde se ha convertido en un camino imprescindible para el desarrollo de todos los países. ¿Qué logros destacados han alcanzado China y los países latinoamericanos en el campo de las nuevas energías y la transición verde?

De hecho, la cooperación en nuevas energías entre China y América Latina lleva mucho tiempo cosechando frutos notables. En los primeros cuatro meses de este año, las ventas de vehículos eléctricos chinos en Brasil alcanzaron las 48.000 unidades, ocho veces más que en el mismo período del año anterior, representando el 36,2 % del total de vehículos eléctricos importados en el país.

En Argentina, la central fotovoltaica Gauchari —construida por Powerchina y Shanghai Electric Power Construction (SEPC) —, la más grande y ubicada a mayor altitud del país, no solo abastece de electricidad a 100.000 hogares anualmente, sino que también reduce las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 325.000 toneladas.
En Chile, la construcción de la primera línea de transmisión de corriente continua de alta tensión, de unos 1350 kilómetros de longitud y con participación de China Southern Power Grid, inyectará un fuerte impulso al desarrollo ecológico del país.

Desde una base de producción de vehículos eléctricos en Brasil hasta un proyecto fotovoltaico de gran escala en México, la cooperación en nuevas energías entre China y América Latina sigue expandiéndose en profundidad y alcance. No solo proporciona apoyo técnico y financiero para la transición energética de la región, sino que también constituye un exitoso ejemplo de "cooperación Sur-Sur" frente al desafío global del cambio climático.