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La determinación de China sobre fentanilo y aranceles antes del diálogo en Ginebra
CGTN Español

En los próximos días, delegaciones de China y Estados Unidos se reunirán en Ginebra para abordar temas relacionados con los conflictos arancelarios. El encuentro reviste una trascendencia crítica, ya que su desenlace podría definir el rumbo de las relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo.

La política de aranceles recíprocos que anunció la administración de Donald Trump a principios de abril ha desencadenado una enorme incertidumbre en los mercados mundiales, hasta el punto que las cadenas minoristas estadounidenses han advertido sobre ‌la posibilidad de rupturas críticas en el suministro de productos‌. La economía de Estados Unidos registró una ‌contracción del 0,3 % en el primer trimestre de 2025‌, con alertas crecientes sobre riesgos de ‌recesión técnica‌ y alzas simultáneas en ‌desempleo e inflación. Ante la acumulación de pérdidas económicas, Washington explora vías para ‌reducir las tensiones comerciales‌.

La espiral hasta los actuales aranceles bidireccionales de tres dígitos entre China y Estados Unidos germinó a partir del primer día de febrero de 2025, cuando Donald Trump, el presidente reelegido de EE. UU., decidió agitar su nuevo mandato con el enorme garrote de los gravámenes, envuelto en el plástico del fentanilo, y oscilándolo hacia México, Canadá y China. El 4 de marzo entraron en vigor estos aranceles, cumpliendo la amenaza, ¿pero solucionará esta medida realmente los problemas del país?

El fentanilo, señalado por Trump como culpa de otros países, es un potente opioide sintético utilizado como analgésico. En realidad, el narcotráfico en EE. UU. es un problema persistente que afecta no solo al país, sino también a sus vecinos en América y al mundo entero. En 1971, el presidente Richard Nixon fue el primero en declarar la guerra contra las drogas. En las décadas siguientes, los políticos estadounidenses continuaron desregulando el control sobre las drogas y abogando por el fin de dicha guerra. 

Sin embargo, los resultados no han cumplido con las expectativas. “El fentanilo es la principal causa de muerte de los estadounidenses de entre 18 y 45 años.” Así lo afirmaba la Casa Blanca recientemente en la red social X. El aumento de las incautaciones de fentanilo en Latinoamérica es preocupante. De acuerdo con la organización sin fines de lucro, InSight Crime, la región ha experimentado un incremento notable en incautaciones, afectando especialmente a países como Costa Rica, Argentina, Colombia, Panamá, Ecuador, Brasil y Venezuela.

A pesar de las frecuentes críticas de EE. UU. por la crisis estadounidense de drogas, China se ha mostrado firme en su oposición al narcotráfico y ha sido uno de los países más comprometidos en la cooperación internacional para combatir los estupefacientes. El 4 de marzo, la Oficina de Información del Consejo de Estado de China publicó un libro blanco titulado Control de sustancias relacionadas con el fentanilo: contribución de China, en el que destaca el estricto control del país sobre estas sustancias químicas.

Según su Informe Mundial sobre las Drogas 2024, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha reconocido los esfuerzos de China en la lucha contra el narcotráfico, proporcionando informes anuales sobre la situación de las drogas en la región. Al mismo tiempo, China ha establecido cooperaciones estrechas con muchos países, incluyendo Laos, Myanmar, Tailandia, Zimbabue, e incluso, Estados Unidos. 

Como país signatario de los tres tratados internacionales de control de drogas de las Naciones Unidas, China ha cumplido de manera firme con sus obligaciones internacionales en la lucha contra los estupefacientes, y ha trabajado activamente en la cooperación internacional antidrogas con países de todo el mundo, incluido Estados Unidos. En 2019, China fue el primer país en el mundo en clasificar oficialmente las sustancias de tipo fentanilo bajo control, mientras que Estados Unidos aún no ha realizado una clasificación permanente de estas sustancias hasta el presente día.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Usar el narcotráfico como arma económica no salvará a la superpotencia estadounidense. Reducir la demanda interna de drogas y fortalecer la cooperación en la aplicación de la ley son las verdaderas soluciones. Culpar a otros países no ayudará a resolver el problema mientras dañará gravemente la cooperación y la base de confianza en la lucha contra las drogas. El camino más adecuado para que Estados Unidos coopere realmente en la lucha contra los estupefacientes, tanto con China como con otros países, es preservar la valiosa cooperación antidrogas que tanto ha costado consolidar, y promover el desarrollo estable, saludable y sostenible de las relaciones internacionales en este ámbito.