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Primer acercamiento económico entre China y EE. UU. tras la guerra arancelaria
Actualizado 2025-05-13 02:44 GMT
CGTN Español

Notas de editor: Liu Xuedong, profesor de Carrera en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este artículo refleja sus opiniones y no necesariamente las de CGTN Español.

Durante el fin de la semana que recién terminó, se celebró en Suiza una reunión del alto nivel entre los encargados de los asuntos económicos de China y Estados Unidos, la primera desde que ambos países impusieron aranceles mutuos tan elevados que llegaron a bordear un desacoplamiento casi total de sus economías. Para nadie es un secreto, con tasas arancelarias del 125 % y 145 % sobre las importaciones procedentes del otro país, ni China, ni Estados Unidos, y mucho menos el resto del mundo, saldrían beneficiados.

Hasta el momento, según la información trascendida, los resultados se han limitado a la intención de establecer un mecanismo de consultas económicas y comerciales, sin avances concretos. Sin embargo, esta disposición ya representa una señal positiva y alentadora tanto para el crecimiento económico como para los intercambios comerciales a nivel nacional e internacional. Todo indica que el diálogo y el intercambio de opiniones, al menos por ahora, han tomado prioridad sobre las discrepancias ideológicas y las tensiones geopolíticas.

Cabe recordar que la actual fricción comercial, o guerra arancelaria, fue iniciada de forma unilateral por la Administración Trump, con argumentos infundados que aludían a supuestas amenazas a la seguridad nacional y a los intereses económicos de Estados Unidos. Frente a esa actitud proteccionista y unilateral, la postura del Gobierno chino ha sido clara y coherente: defender sus intereses económicos de manera integral hasta las últimas instancias.

China, con una historia milenaria y una visión de responsabilidad global, ha contribuido con aproximadamente una tercera parte del crecimiento económico mundial en los últimos años. Su papel como un promotor activo del libre comercio internacional se ha vuelto cada vez más relevante. En este contexto, el país asiático ha demostrado plena disposición al diálogo con Estados Unidos, siempre bajo principios del respeto, la igualdad y el beneficio mutuo. 

Ahora, si bien esta reunión difícilmente podría arrojar resultados concretos e inmediatos, debido a las profundas diferencias y a la rivalidad estratégica entre ambas potencias, ello no implica un estancamiento total en las futuras conversaciones. Un escenario plausible a corto y mediano plazo sería que China y Estados Unidos lleguen a un acuerdo para reducir gradualmente los elevados aranceles actuales, permitiendo así un flujo comercial que garantice el abastecimiento y la operatividad de las actividades económicas, así como las necesidades cotidianas de los consumidores. Esto último, particularmente urgente para Estados Unidos.

A largo plazo, a pesar de las complicaciones y las actitudes un tanto impredecibles del presidente de Estados Unidos, podría alcanzarse un nuevo acuerdo bilateral, aunque es poco probable que se retorne a los niveles arancelarios previos a la guerra comercial. Cabe recordar que, durante su primer mandato, tras un año y medio de negociaciones, se logró un acuerdo de “fase uno” a principios de 2020. Ojalá esta vez el diálogo no se prolongue tanto y se pueda avanzar hacia una resolución definitiva de este conflicto comercial.