El 13 de mayo se celebró en Beijing la IV reunión ministerial del Foro China-CELAC, una cita que marcó diez años de vínculos sostenidos entre China y los países de América Latina y el Caribe. En esta década, más de 200 proyectos de infraestructura se han puesto en marcha en la región en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta, y el volumen comercial entre ambas partes ya supera los 500 mil millones de dólares. La cooperación también ha avanzado en sectores clave como el comercio agrícola, el desarrollo de infraestructuras y los intercambios culturales, consolidando una relación cada vez más amplia y estratégica.

A lo largo de este periodo, la infraestructura regional ha experimentado transformaciones significativas. Los más de 200 proyectos vinculados a la iniciativa de la Franja y la Ruta han impulsado los sectores del transporte, la producción de energía y la infraestructura portuaria. Inversiones chinas en carreteras, ferrocarriles, represas y puertos han tenido impacto en varios países, como el puerto de Chancay en Perú o la red ferroviaria en Argentina. En Jamaica, una autopista construida con apoyo chino redujo a la mitad el tiempo de viaje entre Kingston y la localidad turística de Montego Bay. En Ecuador, la central hidroeléctrica de Coca Codo Sinclair, desarrollada por empresas chinas, abastece aproximadamente un tercio del consumo eléctrico del país.
Actualmente, 21 países latinoamericanos han firmado acuerdos de cooperación para participar en la iniciativa de la Franja y la Ruta. Con estos vínculos en expansión, la cooperación Sur–Sur se perfila como un eje clave para el desarrollo regional en los próximos años.