Legumbres, cereales, raíces y tubérculos son miembros diversos de la familia de alimentos integrales. Tienen una apariencia discreta y sencilla y no requieren condiciones de cultivo estrictas. En diferentes climas y terrenos, estos alimentos y las personas igualmente resilientes se han apoyado mutuamente para luchar contra el entorno por la supervivencia durante milenios. Sin embargo, su sabor no es tan apreciado como los alimentos finos del arroz o el trigo y, para mejorar eso, las personas han hecho numerosos intentos, creando así las delicias distintivas para los viajeros de diversas regiones.