Cada 1 de junio, en varios países del mundo se conmemora el Día Internacional de la Infancia, una fecha clave para reflexionar sobre el presente y futuro de los más pequeños. Y en este día tan especial, queremos homenajear a los niños indígenas.

Ubicada entre las ciudades de Itaporã y Dourados, en Mato Grosso do Sul, la Reserva Indígena de Dourados, con sus 3.500 hectáreas, alberga a más de 13 mil indígenas de los pueblos guaraní ñandeva, guaraní kaiowá y terena. La cifra equivale a más del 10 % de todos los indígenas del estado de Mato Grosso do Sul. De las personas que viven en la reserva, más de la mitad tienen entre 0 y 29 años.

La educación juega un papel fundamental. Las escuelas indígenas son espacios vitales donde la lengua y las tradiciones guaraníes son valorizadas, junto con los conocimientos que los preparan para interactuar con el mundo exterior.

El idioma guaraní es el alma viva de un pueblo. Aprenderlo es sumergirse en la historia, la cultura y la sabiduría ancestral de este pueblo nativo. Preservar el guaraní es asegurar que una parte invaluable de la diversidad cultural de la humanidad siga resonando.

En este Día Internacional de la Infancia, la aldea Bororó nos regala una lección de vida: la capacidad de los niños para ser puente entre dos mundos, de honrar sus raíces y proyectarse hacia un futuro lleno de esperanza. Son las raíces vivas de un pueblo que se reafirma y florece en cada nueva generación. Un verdadero homenaje a la infancia guaraní.