La empresa Huawei ha presentado recientemente un nuevo modelo de ordenador personal, el MateBook Fold, que viene equipado de serie con el sistema operativo HarmonyOS, desarrollado de forma independiente por la propia compañía china. Durante mucho tiempo, Microsoft y Apple han dominado el mercado global de sistemas operativos con Windows y macOS, respectivamente. El lanzamiento de dispositivos con HarmonyOS aporta nuevos elementos a este panorama. Pocos días después, la compañía Xiaomi presentaba su procesador para móviles Xuanjie O1, con arquitectura de 3 nanómetros y que también ha sido desarrollado de manera autónoma. Este producto permite a Xiaomi convertirse en la cuarta empresa en el mundo en dominar esta tecnología, después de Apple, Qualcomm y MediaTek.


Hoy en día, la tecnología se ha convertido en una de las principales cartas de presentación de China, quien no detiene sus esfuerzos por descubrir distintos rincones del universo. Las tripulaciones de las misiones espaciales Shenzhou continúan realizando experimentos que abarcan múltiples campos, como las ciencias de la vida en el espacio o los experimentos en materiales espaciales y nuevas tecnologías, que brindan soporte técnico para que la humanidad avance hacia la Luna, Marte y más allá. En mayo de 2025, China Telecom Quantum Group lanzó el primer sistema criptográfico distribuido del mundo que integra las tecnologías de distribución de claves cuánticas y de criptografía post-cuántica, lo que confirma a China como líder a escala internacional en el ámbito de seguridad frente a la computación cuántica. Este hito no solo representa un avance significativo en la tecnología de comunicación cuántica del país, sino que también ofrece una solución para la seguridad de las comunicaciones a nivel global.

Mientras tanto, en el sector privado también se multiplican las novedades. El 19 de abril se celebró en la ciudad de Beijing el primer medio maratón para robots humanoides, con la participación de más de 20 equipos de diferentes empresas y universidades. El evento generó un gran entusiasmo a nivel nacional y atrajo la atención internacional. El año 2025 se considera el punto de partida para la producción en masa de robots humanoides en China, cuya presencia crece rápidamente en fábricas automotrices y servicios domésticos. En cuanto a la inteligencia artificial, los modelos fundacionales desarrollados por ByteDance, Alibaba, Zhipu AI, Moonshot AI y DeepSeek, entre otros, están dinamizando el mercado a una velocidad impresionante. Entre todas estas innovaciones se percibe un rasgo común: avanzar por una senda propia hacia el desarrollo tecnológico.

Y quizás está siendo un desarrollo contra viento y marea.
Mientras en China se suceden avances tecnológicos notables, en Estados Unidos continúan las sanciones contra los productos chinos. Las restricciones a los chips de inteligencia artificial de Huawei han llegado a cambiar varias veces en poco tiempo. En el lapso de una semana, se pasó de declarar ilegal el uso de chips Ascend de Huawei en cualquier parte del mundo a emitir una advertencia sobre los riesgos de utilizar chips avanzados fabricados en China, incluidos ciertos modelos de Ascend. Además, el Gobierno de Trump derogó la normativa sobre la difusión de inteligencia artificial adoptada por la administración Biden, con la intención de reemplazarla por nuevas sanciones. Tanto los logros alcanzados por China como las reacciones de Estados Unidos evidencian que, en estos años, el intento de Washington por frenar el desarrollo tecnológico chino no ha sido nada exitoso.

A pesar de la competencia en la industria tecnológica, China siempre ha buscado seguir su propio camino de desarrollo, trabajando para que sus logros beneficien a todos. El país está convencido de que “el florecimiento de la ciencia y la tecnología impulsa el auge de la nación; su fortaleza asegura la fortaleza del país”. Durante el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, se estableció como objetivo estratégico alcanzar para 2035 una autosuficiencia tecnológica de alto nivel y consolidarse como una potencia científica y tecnológica. Con el impulso acelerado de su ecosistema de ciencia, tecnología e innovación, China busca demostrar con acciones que el diálogo y la colaboración resultan más constructivos que cualquier intento de contención.

En español se dice que “cuatro ojos ven más que dos”, mientras que en China es común repetir una máxima similar: “la unión hace la fuerza”. Según el Ministerio de Ciencia y Tecnología, China ha consolidado una amplia red de cooperación científica y tecnológica, tanto a nivel gubernamental como no gubernamental. En marzo de 2025, mantenía vínculos en el área científica-tecnológica con 161 países y regiones, y había suscrito 118 acuerdos intergubernamentales en esta materia, al tiempo que participa en más de 200 organizaciones y mecanismos multilaterales internacionales. Además, lidera iniciativas como la Iniciativa de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología y la Iniciativa Internacional para la Ciencia Abierta. Al mismo tiempo, alienta a investigadores, empresas, universidades e instituciones científicas nacionales a ampliar sus canales de colaboración civil y a reforzar sus lazos con socios de otros países.
En un mundo cada vez más interconectado, China no solo apuesta por la innovación propia, sino también por el diálogo y la construcción conjunta del futuro de la humanidad. Todo indica que este camino compartido abre nuevas posibilidades para todos los actores, donde cada voz cuenta y cada paso suma.