China expresó oposición a los comentarios del secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, durante el Diálogo de Shangri-La, calificándolos de provocadores y difamatorios.

Según el portavoz de la Cancillería china, Hegseth ignoró los llamados regionales a la paz y recurrió a una mentalidad de Guerra Fría para calumniar a China, describiéndola falsamente como una amenaza. China protestó formalmente y afirmó que Estados Unidos es la verdadera potencia hegemónica y el principal factor de inestabilidad en Asia-Pacífico, al desplegar armamento ofensivo y generar tensiones. Respecto a la cuestión de la región china de Taiwan, el portavoz reiteró que es un asunto interno de China y advirtió que EE. UU. no debe usarlo como herramienta de presión. Sobre el mar Meridional de China, aseguró que nunca ha existido problema con la libertad de navegación, y que China defiende el diálogo y su soberanía conforme al derecho internacional. China pidió a EE. UU. respetar los esfuerzos regionales por la paz, dejar de incitar conflictos y no alterar la estabilidad que tanto valoran los países del área.