La municipalidad interior de Chongqing, donde las montañas y colinas cubren el 90 % del terreno, se ha consolidado como un núcleo logístico estratégico, conectando a China con el mundo a través de múltiples rutas comerciales. En abril, un tren de carga con chips de poliéster partió hacia Tashkent, capital de Uzbekistán, inaugurando la primera ruta regular ferroviaria desde Chongqing hacia Asia Central.

Esta transformación logística es impulsada por el Corredor Comercial Internacional Tierra-Mar (ILSTC, por sus siglas en inglés), una red multimodal de transporte terrestre, marítimo y ferroviario establecida en 2017. A través de esta plataforma, empresas como Changan Automobile han exportado vehículos de forma más eficiente, utilizando trenes especializados y buques de cargamento rodado en el puerto de Qinzhou.

Con conexiones a 563 puertos en 127 países, el ILSTC ha transportado más de 549.600 TEUs hasta mediados de mayo, un incremento interanual del 72,3 %. Su capacidad para manejar tanto productos voluminosos como perecederos ha dinamizado el comercio de frutas tropicales del sudeste asiático y mariscos canadienses. Empresas europeas también han aprovechado esta red para exportar medicamentos en condiciones óptimas.  

En el primer trimestre, el comercio exterior por esta vía superó los 200 mil millones de yuanes, marcando un récord histórico, de acuerdo a Aduanas de Chongqing.