En Chongqing, casi un centenar de estudiantes internacionales y chinos participaron en una completa actividad cultural. Desde escribir en abanicos hasta hacer saquitos perfumados, pasando por elaborar zongzi a mano y explorar la olla caliente, estos jóvenes experimentaron la vitalidad de la cultura clásica china.

"Es la primera vez que vengo aquí y veo que el entorno es muy agradable. Hablan inglés. Me ha sorprendido mucho. Además, he aprendido a hacer esto con la manga, básicamente hay que presionarlo y meterlo en una bolsa. Podemos ponerlo en nuestra casa. Es muy bueno", dijo Akter Mohosina, estudiante de Bangladesh.

Practicantes de medicina china prepararon de antemano artemisa seca, hojas de cálamo, hilos de seda de colores y bolsitas de tela bordadas. Todos los asistentes quisieron hacer sus propias bolsitas.

"Los chinos tratan de ponerlo en su lugar adecuado, como este lugar es para esta planta. Así es como se hace algo bonito con las plantas. Este festival y sus actividades son muy interesantes", Hussain Altaf, estudiante de Pakistán.

En la zona adyacente dedicada a la experiencia de la moxibustión, los expertos fumigaron los puntos de acupuntura de los participantes, explicando la eficacia de estas prácticas para disipar la humedad, expulsar los patógenos, calmar la mente y normalizar el qi.

Los niños hicieron bolistas artesanales con adornos simbólicos hechos a mano que ahuyentan a los mosquitos y al mal, al tiempo que llaman a la buena suerte. Además, Chongqing también contó con espectáculos de la ópera de Sichuan y actividades de elaboración de zongzi.

Los asistentes también pudieron conocer los orígenes, el significado y las técnicas de elaboración del patrimonio cultural intangible nacional de la tela rongchang xia.

Además, cientos de familias se acercaron a los parques para participar juntas en carreras durante las fiestas.

La combinación de estas dos festividades ha permitido experimentar todo tipo de actividades culturales a lo largo de toda China durante estos días.