Hangzhou, en la provincia china de Zhejiang, se convirtió recientemente en el foco mundial de la animación con la 21ª edición del Festival Internacional de Cómic y Animación de China (CICAF, por sus siglas en inglés), que se celebró del 29 de mayo al 2 de junio.

Junto al recinto principal del festival, en el Centro Internacional de Exposiciones del Lago Baima, se alza el Museo del Cómic y la Animación de China, un espacio dedicado a explorar la rica tradición y evolución de estas formas artísticas. Como primer museo nacional especializado en el tema, alberga una colección excepcional de más de 20.000 piezas: desde manuscritos originales y maquetas hasta reliquias históricas que narran el viaje de la animación en el país.

Con un diseño inspirado en las nubes auspiciosas —símbolo de buena fortuna en la cultura china—, el museo despliega cuatro salas temáticas, cada una concebida como un escenario teatral, una sala de cine, una biblioteca y un estudio de sonido. El resultado es una experiencia envolvente que transporta al visitante a través de décadas de historia animada.