En las aguas costeras del sur de China, una antigua especie de tortugas marinas recibe ayuda de alta tecnología. Enfrentadas a los peligros de la sobrepesca y la pérdida de hábitat, las tortugas marinas son ahora objeto de seguimiento y protección con ayuda de la navegación por satélite.

En una playa de Huidong, en la provincia china de Guangdong, las olas rompen contra la orilla. No es un día más, es la vuelta a casa. 

Este momento marca la liberación de 200 tortugas marinas en su hábitat natural, 100 de ellas criadas bajo tutela humana. Son el resultado de años de trabajo de la Reserva Natural Nacional de Tortugas Marinas de Huidong, que combina el rescate sobre el terreno y la cría artificial para recuperar la población de tortugas marinas de China. Pero la liberación de este año ha cambiado las reglas del juego. Por primera vez se utiliza en mar abierto un rastreador por satélite de tortugas marinas desarrollado en China y alimentado por el sistema de navegación Beidou del país.

"Es un dispositivo totalmente nuevo, fabricado aquí mismo, en China. No utiliza una antena externa como algunos modelos extranjeros, así que no se romperá cuando la tortuga descanse bajo el agua, en cuyo caso no podremos recibir los datos", dijo Dr. Xia Zhongrong, ingeniero de la Reserva Natural Nacional de Tortugas Marinas de Huidong.

El rastreador está equipado con sensores subacuáticos, informática inteligente y comunicaciones de muy bajo consumo, y funciona con los satélites chinos Beidou.

"Con las tecnologías de posicionamiento y comunicación de mensajes cortos de Beidou, podemos obtener datos incluso cuando no hay estaciones terrestres", dijo He Shuqian, jefe del Equipo de Investigación de Tortugas Marinas de la Universidad Normal de Hainan.

Y no solo es inteligente, también es ecológico.

El equipo utilizó un adhesivo ecológico y no tóxico para fijar los rastreadores, minimizando el impacto tanto en las tortugas como en el océano.

El seguimiento por satélite es una de las formas más eficaces de estudiar las rutas migratorias de las tortugas marinas. Los datos recogidos ayudarán a los científicos a comprender mejor sus zonas de alimentación, sus pautas migratorias y la mejor manera de proteger a estas criaturas en peligro de extinción.

Con la ayuda del sistema Beidou, los científicos chinos esperan aprovechar al máximo la tecnología moderna para proteger a uno de los viajeros marinos más antiguos del mundo. Y para las tortugas que ahora se adentran en el profundo océano azul, su viaje no ha hecho más que empezar.