El 9 de junio de 2025, en pleno verano, la ciudad de Dazhou, en la provincia china de Sichuan, dio inicio a la temporada de cosecha del ciruelo negro. Los frutos dorados cuelgan en abundancia de los árboles, mientras los agricultores recorren activamente los huertos recolectando, clasificando y transportando la fruta.
Según las autoridades locales, la región ha logrado vincular eficazmente la erradicación de la pobreza con la revitalización rural. Aprovechando las ventajas del suelo rico en selenio y las variedades autóctonas de ciruelos negros con genética pura y de alta calidad, se han desarrollado cerca de 100.000 hectáreas de plantaciones especializadas en esta fruta.
Además, se han impulsado industrias derivadas, como el desarrollo de medicamentos tradicionales chinos, productos alimenticios, bebidas alcohólicas y el turismo rural, conformando una cadena industrial completa que abarca desde el cultivo hasta el procesamiento y la comercialización.
Estas plantaciones han contribuido significativamente a la generación de empleo para familias en situación de pobreza y residentes locales, quienes ahora cuentan con un ingreso anual promedio de 10.000 yuanes gracias a esta actividad agrícola.