El tamaño del mercado que puede mover una taza de matcha es realmente impresionante. Tomemos el ejemplo de la aldea de Jiangkou en la ciudad de Tongren, en la provincia de Guizhou, suroeste de China. Se espera que en 2024 las ventas de matcha de esta aldea superen las 1.200 toneladas, generando un valor de producción de más de 300 millones de yuanes. Además, sus productos se exportan a Japón, Estados Unidos, Francia y otros mercados internacionales. Esto indica que la industria del matcha no solo tiene una gran demanda en el mercado nacional chino, sino que también ha logrado resultados significativos en el mercado internacional.

En el contexto global, la industria del matcha en China ha experimentado un rápido auge. Se estima que para 2025 la producción total de matcha en China superará las 5.000 toneladas, convirtiéndose en el mayor productor mundial de matcha. Entre ellos, Guizhou representa una cuarta parte de la producción del país, y sus productos se exportan a más de 40 países y regiones. Esto no solo demuestra el potencial de desarrollo de la industria del matcha en China, sino que a medida que crece la demanda del mercado, la influencia internacional del matcha sigue aumentando.

Desde las plantaciones de té en la región montañosa de Fanjing, en el corazón del suroeste de China, hasta las salas de té bajo el Monte Fuji en Japón, el aroma del matcha atraviesa montañas y mares, conectando diferentes países y regiones. La difusión internacional de la cultura del matcha no solo permite que más consumidores en todo el mundo disfruten de esta bebida única, sino que también promueve los intercambios culturales entre China y otros países, escribiendo un nuevo capítulo en la milenaria cultura del matcha.