Durante las noches de abril, el barrio de Beijing Fang, en la emblemática calle Qianmen, se transformó en un escenario inesperado. Doce linternas gigantes con forma de robots inspirados en el zodiaco chino brillaron entre los ladrillos grises y los tejados antiguos, en un juego visual entre lo clásico y lo moderno.

Las exhibiciones de faroles tienen una larga tradición en Beijing, que se remonta a la dinastía Han. Durante los periodos Ming y Qing, estos faroles se convirtieron en parte esencial de las festividades imperiales. Esta vez, la propuesta fue distinta.

A lo largo de abril, el tradicional arte de las linternas adoptó una estética futurista. La instalación, titulada Guerreros de las Estrellas y desarrollada por la empresa Roborock Technology, reinterpretó los doce signos del zodiaco chino como figuras mecánicas de gran tamaño. Cada una incorporaba elementos visuales característicos de su animal, combinando símbolos ancestrales del patrimonio cultural inmaterial chino con un diseño inspirado en la ciencia ficción.

La muestra ofreció a los visitantes una forma distinta de acercarse al patrimonio cultural, y exploró cómo la tradición puede reinventarse a través de nuevas tecnologías y formatos.