El cloisonné, conocido en China como jingtailan, es una técnica tradicional de orfebrería sobre metal que se originó durante la dinastía Yuan y alcanzó su auge en el periodo Jingtai de la dinastía Ming, del que toma su nombre. El azul intenso, característico en muchas de sus piezas, se convirtió en su sello distintivo.
La técnica se basa en una estructura de cobre y requiere varias etapas meticulosas, como el delineado con hilos metálicos, el esmaltado y el pulido. El resultado son piezas de gran detalle con superficies esmaltadas que reflejan la complejidad técnica del oficio.
Beijing ha sido uno de los principales centros de producción y preservación de esta artesanía. Hoy, los métodos tradicionales heredados de los talleres imperiales conviven con diseños contemporáneos. Desde objetos ornamentales hasta piezas de joyería, el jingtailan sigue siendo una expresión reconocida del trabajo artesanal en China.