El Palacio de Potala se alza sobre la colina Roja, en el corazón de Lhasa, capital de la región autónoma de Xizang, como un símbolo único de la arquitectura y la cultura tibetanas. Esta antigua construcción, que comenzó a erigirse en el siglo VII, ocupa una vasta extensión de aproximadamente 400,000 metros cuadrados, con una superficie construida de 130,000 metros cuadrados, y su edificio principal se eleva a una imponente altura de 115,7 metros. Su singular belleza y valor cultural lo han convertido en un hito de renombre internacional. Fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1994.







