Cada estación tiene su sabor único. Si preguntas por el sabor del verano, sin duda incluye un helado. En los últimos años, la fiebre por los "helados culturales y creativos" se ha extendido por todo el país. Estas delicias con formas inspiradas en patrimonios locales se han convertido en un imán turístico para los sitios escénicos.
Desde el helado de flor de loto del Palacio de Verano de Beijing hasta el helado con forma de reliquias de bronce del Museo de Shandong, o el helado de panda del Zoológico de Chongqing, todos concentran su rango de precios entre 15 y 30 yuanes(entre 2 y 4 dólares ). Este verano, dichos helados han tendido puentes entre museos, atracciones turísticas y el público, haciendo que las reliquias culturales recuperen su vitalidad juvenil.
Detrás del gesto de los jóvenes que posan con estos helados, se esconde su búsqueda de una experiencia inmersiva que fusiona historia, creatividad y placer sensorial.