En los últimos días, la capital de China, Beijing, ha registrado temperaturas abrasadoras. A pesar de ello, esto no ha sido un factor para detener el flujo de visitantes deseosos de conocer las grandes joyas culturales de la ciudad.

Tal es el caso de estos turistas que visitan el Museo del Palacio Imperial bajo un sol abrasador, intentando diferentes formas de lidiar con las condiciones climáticas extremas y, al mismo tiempo, disfrutar de su estancia en Beijing.
La reciente ola de calor que azota la capital china ha dejado temperaturas de casi 40 grados centígrados y ante un cielo despejado, la radiación ultravioleta es intensa.