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Tesoros ancestrales impulsan el auge de la economía cultural china
CGTN Español

El Museo de Sitio de Jinsha, en Chengdu, capital de la provincia suroccidental china de Sichuan, es un sitio arqueológico con más de 3.000 años de antigüedad que tan solo en lo que va del año ha recibido más de 760.000 visitas. La popularidad de Jinsha está creciendo a la par que la de las ruinas de Sanxingdui, su “sitio hermano” en la tradición de la antigua civilización Shu, que se ha ganado el reconocimiento mundial por sus misteriosas y magníficas reliquias de oro, jade, bronce y piedra. El nuevo edificio del Museo de Sanxingdui atrajo a casi 10 millones de visitantes el año pasado, y las ventas de artículos culturales alcanzaron los 196 millones de yuanes (unos 27 millones de dólares estadounidenses), casi el 60 % de sus ingresos por entradas.

Más allá de las salas de exposición, las tiendas de recuerdos del museo bullen de energía, y de acuerdo con trabajadores de estos sitios históricos, la gente compra recuerdos no solo por la novedad, sino por un profundo sentimiento de conexión y orgullo por la civilización que representan estos artefactos.

El entusiasmo por la cultura antigua también está impulsando los sectores de la confección y la gastronomía. En un complejo industrial revitalizado de Chengdu conocido como “Memoria del Suburbio Oriental”, un restaurante busca redefinir la experiencia gastronómica. Melodías antiguas llenan el ambiente mientras los comensales, muchos de ellos vestidos con túnicas hanfu, se transportan a la era dinástica. El personal, también ataviado con trajes de época, sirve platos inspirados en diferentes contextos históricos. Las búsquedas de este tipo de experiencias gastronómicas inmersivas, que pueden llegar a costar hasta 500 yuanes por persona, o alrededor de 70 dólares, aumentaron casi un 275 % interanual en el primer trimestre de 2025, según datos de la plataforma china de comercio electrónico Meituan.

Este deseo de compromiso cultural está muy extendido. Una encuesta de la Academia de Turismo de China reveló que casi el 80 % de los turistas buscan activamente experiencias culturales durante sus viajes.

Asimismo, la fusión del patrimonio y la vida económica contemporánea se extiende también al renacimiento de la artesanía. En el Parque Arqueológico Nacional de Qiong Kiln, en Chengdu, los visitantes quedan cautivados por las cerámicas inspiradas en las formas y esmaltes clásicos de Qiong Kiln, un famoso horno de cerámica de la dinastía Tang (618-907), pero reinventadas con una estética moderna. El atractivo es enorme. En mayo, durante un único evento retransmitido en directo, piezas innovadoras como un cuenco con tapa en forma de flor de begonia y un juego de vino con el mismo diseño, generaron ventas en línea de dos millones de yuanes de la noche a la mañana, al tiempo que registraron ventas fuera de línea por más de 500.000 juegos de cerámica.

Estas iniciativas no solo son un reflejo de un esfuerzo deliberado por aprovechar la riqueza del patrimonio cultural del país para abrir nuevas vías de consumo, sino que también tienden puentes para profundizar la comprensión cultural de la historia de China y apreciarla aún más.