Durante años, el Foro de Davos de Verano ha inyectado un renovado dinamismo al Foro Económico Mundial. La edición celebrada del 24 al 26 de junio en Tianjin, China, atrajo a cerca de 1.800 invitados procedentes de más de 90 países y regiones, convirtiéndose en una de las convocatorias más concurridas de los últimos años. Además, se llevaron a cabo cerca de 200 sesiones paralelas, todas ellas con un mensaje compartido: fomentar la apertura y la cooperación. Tal como señaló el presidente del Foro Económico Mundial, Børge Brende, "Al observar el mundo, vemos que numerosos líderes empresariales internacionales desean invertir en China y fortalecer la cooperación comercial con el país".

En la actualidad, el panorama del comercio internacional atraviesa profundas transformaciones. El ascenso del unilateralismo y el proteccionismo, sumado al agravamiento de los conflictos geopolíticos, ha sometido a la economía mundial a una doble presión de “aranceles y guerras”. Ante este panorama cambiante, la cooperación económica y comercial internacional requiere con mayor urgencia acciones constructivas. China ha propuesto tres recomendaciones clave: resolver las diferencias mediante consultas en pie de igualdad, defender los intereses comunes a través de la cooperación mutuamente beneficiosa, y alcanzar el desarrollo compartido ampliando nuevas oportunidades. Estas propuestas resonaron ampliamente entre los asistentes.
Los participantes destacaron que, frente a una coyuntura internacional llena de desafíos, China seguirá aportando un flujo constante de nuevo dinamismo al crecimiento económico mundial y al desarrollo de las empresas multinacionales. En la actualidad, el mercado chino continúa creciendo y elevando su calidad, creando nuevas oportunidades para la cooperación económica global. Este nuevo impulso proviene también del compromiso incesante de China con la innovación. Las empresas multinacionales lo confirman con hechos: tanto en el pasado como en el presente, desean seguir siendo socias estratégicas de China.