En la Isla Naranja, en Changsha, existe un “teatro juvenil” donde se presenta una obra sobre la etapa escolar de Mao Zedong y sus experiencias revolucionarias junto a sus maestros y compañeros durante su juventud.
La mayoría de los actores son jóvenes, y la obra incorpora nuevos medios para contar la historia, rompiendo los límites tradicionales del escenario. En lugar de permanecer sentados en un solo lugar, los espectadores se desplazan por distintas escenas, guiados por los actores y la evolución de la trama. Pueden caminar entre ellos, conversar, actuar e incluso formar parte del desarrollo de la historia.
Así, el público viaja a través del tiempo y el espacio, reviviendo la pasión y la energía juvenil de aquella época.