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Tradición y tecnología llevan hongos y setas de Shangri-La a las mesas de todo el mundo
CGTN Español

En la provincia suroccidental china de Yunnan se encuentra la ciudad Shangri-La, un nombre sinónimo de paraíso terrenal en donde se produce un tesoro culinario mundial: las setas u hongos, y en particular los hongos matsutake. Anualmente en los elevados bosques de Shangri-La se producen de 800 a 1.500 toneladas de hongos matsutake, lo que representa el 65 % de toda la provincia de Yunnan, que a su vez produce el 40 % de toda China.

Año tras año la demanda mundial es insaciable, con Japón y la República de Corea a la cabeza. Tanto en 2023 como en 2024, las exportaciones anuales destinadas solo a Japón se acercaron a los 15 millones de yuanes (unos 2,1 millones de dólares estadounidenses).

Esto es posible gracias a una combinación de métodos tradicionales de producción y recolección y el uso de nuevas tecnologías para integrar la ecotecnología moderna.

Los trabajos de recolección están a cargo de una cooperativa económica conformada por habitantes de la ciudad, quienes siguen normas comunitarias como rellenar cuidadosamente el suelo donde se recoge cada hongo y recolectar solo los maduros, de entre 9 y 12 centímetros, dejando los más jóvenes para que crezcan, se siembren y sustenten futuras cosechas.

La cooperativa posteriormente envía cada matsutake recién recogido a una empresa local de gestión de operaciones agrícolas, que a cambio ofrece un precio superior de más del 5 % en comparación con el del mercado. La empresa a su vez se hace cargo de patrullar las zonas de conservación con drones, al tiempo que las imágenes térmicas por infrarrojos controlan automáticamente la salud de los bosques. Estas sofisticadas herramientas permiten una intervención ecológica precisa, equilibrando el aumento del rendimiento con la sostenibilidad a largo plazo.

“Integramos la ecotecnología moderna para proteger el medio ambiente y aumentar los ingresos de los aldeanos”, afirma Zhang Yi, subdirector general de la empresa.

En la prefectura de Diqing, que administra Shangri-La, cinco bases de conservación de matsutake abarcan ya 25.000 mu (unas 1.667 hectáreas).

“Promovemos la gestión consciente y reducimos la recolección imprudente”, afirma Zhang Yangbin, subdirector de la Oficina de Agricultura y Asuntos Rurales de la prefectura de Diqing.

Esta eficaz combinación de métodos tradicionales con la ecotecnología y las iniciativas de gestión consciente, concluye en una cadena de frío de última generación que asegura que el producto final se distribuya por varias provincias en siete horas, llegue a 264 ciudades en 24 horas, y a Japón y la República de Corea en solo 36 horas.