Las enigmáticas Tumbas Imperiales de Xixia han sido inscritas oficialmente en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, tras la 47ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada en la sede de la UNESCO en París.

Esta designación, que constituye una importante adición al rico patrimonio cultural de China, pone de relieve su inmensa importancia cultural e histórica mundial e invita al mundo a explorar un capítulo profundo y cautivador de la civilización de Asia Oriental.
En la actualidad, el yacimiento de las Tumbas Imperiales de Xixia abarca una vasta zona que conserva nueve mausoleos imperiales y más de 270 tumbas subordinadas repartidas por el paisaje desértico. Situadas a unos 30 kilómetros al oeste de Yinchuan, capital de la Región Autónoma Hui de Ningxia, al noroeste de China, estas estructuras monumentales se erigen en silencio como testimonio de un imperio desaparecido.
Aunque muchas estructuras se han deteriorado de forma natural con el paso de los siglos, la gran escala, las formas únicas y la presencia perdurable de los montículos restantes evocan un profundo sentido de la historia, el misterio y la resistencia. Conocidos a menudo como las "pirámides orientales" por su escala monumental, representan uno de los yacimientos antiguos más importantes y misteriosos de China.
El Xixia, también conocido como Imperio Tangut (1038-1227 d.C.), fue una civilización vibrante y estratégicamente vital a lo largo de la antigua Ruta de la Seda. Célebre por sus notables logros culturales, desarrolló una escritura única y compleja, estableció avanzados sistemas de irrigación que transformaron el árido paisaje y fomentó un próspero comercio y esfuerzos artísticos. Los emperadores de Xixia se labraron hábilmente un importante reino, manteniendo su identidad y cultura tangut, al tiempo que interactuaban activamente con las potencias vecinas.
Sin embargo, su formidable imperio acabó sucumbiendo a las implacables conquistas mongolas.