Se está produciendo una revolución energética silenciosa en el techo del mundo, donde el aire pobre en oxígeno y los duros inviernos han dictado durante mucho tiempo el ritmo de la vida.

En la prefectura de Ngari, situada en la región autónoma de Xizang, en el suroeste de China, se ha conectado a la red la primera central fotovoltaica y de almacenamiento de energía inteligente del mundo, diseñada para altitudes muy elevadas, bajas temperaturas y redes débiles.
En un paisaje con una altitud media de unos 4.700 metros, este sistema pionero de almacenamiento de energía desarrollado por el gigante tecnológico Huawei, con sede en Shenzhen, en el sur de China, ha reescrito las reglas del suministro eléctrico en condiciones extremas.
Situada en el límite de la red eléctrica de la región, Ngari tiene una alta proporción de nuevas instalaciones energéticas, pero una red débil, conectada a la red principal a 500 kilómetros mediante una única línea de 110 kilovoltios.
La producción de un proyecto de energía solar de 30 MW estaba limitada a 1,5 MW. Además, la refrigeración y el funcionamiento de los equipos se ven dificultados por la presión del aire y la escasez de oxígeno. El nuevo e innovador sistema de baterías ha venido a cubrir las carencias de las soluciones energéticas convencionales.
Como gran avance de ingeniería, la estación no se limita a meras unidades de almacenamiento, sino que cuenta con centrales eléctricas digitales capaces de crear estabilidad, generando sus propias señales de tensión y frecuencia para mejorar la infraestructura de la red local.
Ahora, la producción fotovoltaica del proyecto ha aumentado del máximo anterior de 1,5 MW a 12 MW. "Durante 10 días de monitorización, el almacenamiento de energía en red de Huawei mantuvo la estabilidad de la tensión y la frecuencia en más de 40 perturbaciones importantes de la red, logrando una fiabilidad del 100 %", declaró Yang Mingsheng, director general del proyecto.
Esta tecnología de formación de redes ha despegado en Xizang, donde se construyeron 2.522 MWh de capacidad de almacenamiento de energía de formación de redes en 2024, lo que supone la primera aplicación a gran escala de esta tecnología en China.
Además, se ha ganado el reconocimiento mundial. En Arabia Saudí, el sistema de formación de redes ha hecho posible el mayor proyecto de microrred de energía 100 % nueva del mundo, que lleva funcionando de forma estable más de 21 meses y ha suministrado más de 1.500 millones de kWh de electricidad verde.
"La tecnología de formación de red se ha convertido en algo esencial para las centrales eléctricas de nueva energía, crucial para garantizar la estabilidad de la red y apoyar el funcionamiento seguro de los sistemas de energía modernos", dijo Zheng Yue, presidente de la división de almacenamiento de energía de formación de red de Huawei Digital Energy.