Desde las alturas, el río Qingshui en Laibin, región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, ofrece una vista que parece sacada de una postal: sus aguas cristalinas reflejan el cielo y las nubes blancas, rodeadas de amplios campos verdes, casas dispersas y caminos sinuosos que invitan a perderse. Las montañas kársticas completan el paisaje y crean una estampa veraniega que resalta la belleza serena y natural del campo.





