Se acaba de celebrar en Chongqing el evento temático "Desafío cinematográfico de 72 horas", en el que participaron 30 jóvenes cineastas de China y Estados Unidos. Esta experiencia no solo sirvió como ejercicio práctico de producción audiovisual, sino también como un viaje de comprensión mutua y conexión emocional entre las juventudes de ambos países.
03:15
La cita "Puente del futuro: Encuentro juvenil en Chongqing 2025" reunió a 30 jóvenes cineastas de China y Estados Unidos. Entre ellos había directores, productores y actores emergentes de prestigiosos programas de cine de EE. UU., como los de la Universidad de Nueva York, el Instituto Estadounidense de Cine y la Universidad de Carolina del Norte. Por parte de China, participaron estudiantes de la Academia de Cine Meishi de la Universidad de Chongqing, así como jóvenes profesionales del sector audiovisual.
"Es la primera vez que vengo a China y a Chongqing. Ha sido la mejor experiencia cinematográfica que he tenido. Nunca pensé que un equipo así fuera posible. Conocí a todos hace solo cinco días y ya somos como mejores amigos", dijo Portlynn Tagavi, cineasta estadounidense.
El núcleo del evento fue el reto de filmar en sólo 72 horas. Los organizadores dividieron a los participantes en cinco equipos mixtos, que se encargaron de idear, grabar y editar cinco cortometrajes originales en tiempo récord. Cada equipo contaba con responsables de dirección, producción, fotografía y sonido. Las grabaciones se llevaron a cabo en más de 20 ubicaciones de la ciudad, entre ellas la Cueva de Hongya, el Mar de Bambú del Monte del Té en Yongchuan, la Montaña de las Hadas en Wulong, Guanyinqiao y trenes urbanos.
"Nuestros tres compañeros estadounidenses son cineastas con gran experiencia, todos hombres. Compartimos una hermandad, lo que ha sido clave para el éxito de la producción. Ser amigos primero permite trabajar en un ambiente distendido y feliz", dijo Zhang Bowei, cineasta chino.
Pese a las barreras lingüísticas y culturales, los jóvenes creadores lograron establecer una comunicación fluida gracias al lenguaje universal del cine. Tras tres días intensivos, completaron cinco obras de estilos variados:
"Gusanos de seda", un corto vertical que muestra el calor familiar bajo las luces de neón;
"Recordando el futuro", una poesía visual sobre la armonía entre la ciudad y la naturaleza;
"El camino hacia la iluminación", un filme de época con inspiración zen;
"Volver a moverse", un documental bélico sobre la resiliencia histórica;
y "Todo va bien", que retrata los desafíos urbanos de una repartidora.
"Entre nuestras culturas veo trabajo duro, pasión compartida, y el deseo común de crear algo más grande que nosotros. Estos programas son esenciales para el crecimiento de ambos países, y también para mí a nivel personal", expresó Casey A. Shaw, cineasta estadounidense.
"Recibí muy buenos comentarios desde EE. UU., porque trabajar sin dominar el idioma local en una ciudad desconocida demuestra lo importante que es delegar y confiar en tu equipo. Ahora vuelven a casa con cinco cortos listos para mostrar nuestras historias al público estadounidense", dijo Han Qiuping, fundadora de BombaxFilms y directora de "Desafío cinematográfico de 72 horas".
Los jóvenes también exploraron Chongqing, una ciudad vibrante y de relieve complejo, cuyo dinamismo, estilo de vida y riqueza cultural sirvieron de inspiración para sus relatos cinematográficos.
"A través de esta iniciativa no solo creamos un puente cultural entre cineastas jóvenes de ambos países, sino también una verdadera amistad entre la juventud de China y Estados Unidos indicó Li Sitong, jefa de la Oficina de la Secretaría de la Federación Juvenil de Chongqing.