A principios de siglo, Cangxia, en la ciudad de Fuzhou, era un asentamiento improvisado densamente poblado, de edificios dilapidados prácticamente inhabitables y condiciones de vida precarias. Hoy, tras ser objeto de numerosos proyectos de renovación integral, Cangxia cuenta con habitáculos seguros, un nuevo sistema de alcantarillado, mobiliario urbano y equipamientos comunitarios como comedores para la gente mayor, espacios de interacción y bibliotecas.

La primera fase de renovaciones tuvo lugar entre los años 2000 y 2001, centrada en el derribo de edificios en mal estado y la renovación de infraestructuras básicas. La segunda fase se inició en el año 2021, con un enfoque en la conservación del patrimonio y la mejora del diseño urbano.
La transformación de Cangxia no es un caso único en China, forma parte de los esfuerzos de desarrollo urbano destinados a construir ciudades innovadoras, resilientes y culturalmente avanzadas, con un énfasis en la optimización del sistema urbano y la creación de entornos amistosos con el medio ambiente.