Para los aldeanos del montañoso poblado de Maoyang, en el distrito autónomo de la etnia She de Jingning, en Lishui, provincia de Zhejiang, una pequeña planta en maceta representa una valiosa ganancia. Establecido en 1984, Jingning es el único distrito autónomo chino de la etnia She. El distrito tiene 779 montañas de más de 1.000 metros de altura, con pueblos dispersos, poco poblados, habitados en su mayoría por adultos mayores.

Los habitantes de este poblado y de otras regiones del distrito ahora tienen mayores ingresos y una mejor calidad de vida gracias al cultivo y venta de plantas, y esto ha sido en gran medida posible gracias a la iniciativa del joven empresario, Wu Yong. Tras licenciarse en Diseño de Indumentaria por la Universidad de Wenzhou en 1999, Wu trabajó como diseñador. Pero cuando vio que su ciudad natal, la aldea Shenyang de Jingning, estaba estancada en el tiempo, se sintió obligado a llevar la agricultura moderna y ayudar a sus vecinos a prosperar.
Cada año, Wu organizaba unas 50 sesiones gratuitas para formar a los aldeanos en la plantación de suculentas y les regalaba suculentas. Al plantar suculentas, se concienciaban de la necesidad de construir pueblos bonitos. "Los pueblos bonitos atraen a los turistas, y esto a su vez genera más ingresos para los aldeanos al vender suculentas", indicó Wu, y señaló que la empresa, con 38 trabajadores mayores de 60 años, recibió más de 100.000 visitas el año pasado y ayudó a 230 hogares a aumentar sus ingresos.
Wu dirige ahora la mayor base de suculentas de Zhejiang, que abarca más de cuatro hectáreas y cuenta con más de 400 variedades. El año pasado, la facturación de la empresa superó los 16 millones de yuanes (unos 2,24 millones de dólares estadounidenses).

Otro importante cultivo que también se ha convertido en una importante fuente de ingresos en Maoyang es el diminuto musgo de los rincones húmedos, que ha sacado a los aldeanos de la pobreza y les ha abierto la posibilidad de una mejor calidad de vida. La niebla, los días templados y las empinadas laderas hacen de Maoyang el terrario perfecto. El poblado ha desarrollado una floreciente industria especializada en la cría de musgo y la venta de productos relacionados, como plantas en macetas y productos culturales y creativos.
Para compaginar la protección del medio ambiente con los beneficios, el pueblo pone a prueba los sistemas musgo-pez y musgo-arroz: los peces se refugian entre el musgo, mientras sus desechos lo alimentan. "Los aldeanos se quedaron perplejos cuando se les animó a cultivar musgo: llevaban años arrancándolo del campo por considerarlo una “mala hierba”. Dudaban que una planta tan pequeña y extendida pudiera ser rentable", afirmó Pan Dexiang, responsable de la aldea Shayang de Maoyang. Maoyang organiza talleres en los que se enseñan técnicas de plantación de musgo y de creación de productos culturales y creativos relacionados. El año pasado, el musgo, antes ignorado, reportó a la ciudad un millón de yuanes más y dio trabajo a más de 200 aldeanos. Y el futuro parece ser aún más brillante para esta aldea gracias a la construcción de una gran base automatizada de semilleros de musgo que podrá desarrollar diversos productos para ampliar los dividendos y promover la investigación.