En una plaza pública de Shenzhen, un robot ejecuta una coreografía inspirada en el cine: movimientos fluidos, giros precisos, y expresividad mecánica. Escenas como esta ya no sorprenden en Guangdong, una provincia china que se ha posicionado como epicentro de la innovación robótica. En 2024, su clúster de robótica inteligente generó más de 90 mil millones de yuanes, unos 12.550 millones de dólares, en ingresos.

Este crecimiento vertiginoso responde a un ecosistema único. En el Instituto de Inteligencia Artificial y Robótica para la Sociedad (AIRS), equipos multidisciplinarios de investigadores y empresas colaboran para llevar avances del laboratorio al mundo real, enfocados en salud humana y desarrollo urbano sostenible. "La clave está en la colaboración estrecha entre ciencia e industria", asegura Ding Ning, subdirector ejecutivo de AIRS.
El impulso también viene de iniciativas privadas. La empresa EngineAI Robotics, ubicada en la llamada "Robot Valley" de Shenzhen, ha desarrollado un robot humanoide capaz de correr a 12 km/h, simbolizando el dinamismo local. Yao Aiwen, cofundador de la empresa, afirma que pueden enviar un nuevo diseño de producto al proveedor por la mañana y recibir un prototipo el mismo día.
Shenzhen alberga más de 74.000 empresas del sector, lo que representa el 16 % de las compañías de robótica inteligente en China.

Dongguan, otra ciudad clave, complementa este auge con espacios como Xbot Park, una incubadora lanzada en 2014 por profesores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong.
Dongguan, otra ciudad clave, complementa este auge con espacios como Xbot Park, una incubadora lanzada en 2014 por profesores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong. Allí, más de 80 startups han florecido gracias a un modelo que integra financiación, conexiones académicas y acceso inmediato a cadenas de suministro.
Un ejemplo es Direct Drive Tech, fundada hace apenas cinco años y ya lista para enviar más de 10 millones de unidades de motores y módulos robóticos este año. Su éxito radica en la capacidad de pasar del diseño al prototipo en un solo día, gracias a una cadena de valor ultra eficiente y localizada.
Con una infraestructura sólida, un ecosistema académico-industrial interconectado y un impulso estatal claro, Guangdong se perfila como uno de los polos tecnológicos más influyentes del planeta.