Desde el siglo XIII, los artesanos de Xizang elaboran papel a partir de las raíces de la planta stellera chamaejasme, una hierba que crece en regiones montañosas de gran altitud y que es conocida por su toxicidad. Esta técnica nació como alternativa local a los manuscritos de hoja de palma importados y les permite obtener un papel resistente, ideal para documentos religiosos. Además de ser una tradición cultural transmitida por generaciones, aprovecha recursos de la región y refleja la adaptación de su población a su entorno natural.






