En China, los urbanistas están llevando la vida de las ciudades a otro nivel para garantizar que las ciudades ofrezcan a sus residentes una calidad de vida óptima. Lo que hace que una ciudad sea habitable y con alta calidad de vida son dos cosas, la comodidad y la practicidad. Con este enfoque, los profesionales de desarrollo urbano del país preparan el camino hacia una vida urbana moderna. 

El "círculo de vida comunitario de 15 minutos" es una estrategia que están adoptando las ciudades chinas para facilitar la vida diaria de sus habitantes. 

El proyecto de centro comunitario en Shanghai es un ejemplo reciente. Se trata del Taishan Renminfang, o Centro Popular de Taishan, un espacio integral que reúne desde mercados de abasto hasta talleres de reparación, salones de belleza, salas de lectura y cafés. Todo en pleno corazón del vecindario.

Es un gran cambio, no algo menor. Está más limpio, más organizado y los edificios son nuevos. Estas mejoras fueron diseñadas teniendo en cuenta las necesidades de los propios residentes. La oficina del subdistrito recopiló propuestas tanto en línea como presencialmente. Se invitó a los vecinos a enumerar todo lo que querían ver en su comunidad. 

En todo el país, ya existen más de 5.500 de estos círculos de vida, que benefician a unos 125 millones de personas.

"Estamos por lanzar una segunda ronda de zonas piloto para ampliar el modelo de círculos de vida en ciudades y pueblos elegibles, mejorando los servicios, tipos de negocios y la gestión, para beneficiar aún más la vida de las personas y estimular el consumo", indicó Ren Hongwei, personal del Departamento de Desarrollo de la Circulación del Ministerio de Comercio de China.

Pero una ciudad habitable no es solo cuestión de conveniencia. También es sentirse bien en el lugar donde uno vive. 

En Changchun, una calle histórica fue recientemente revitalizada. Antiguos edificios se convirtieron en librerías y galerías. Se ensancharon las aceras y se sumaron 13 nuevos parques de bolsillo, o pequeños parques con acceso al público, cada uno con un estilo propio.

"Después de la renovación, las instalaciones realmente mejoraron nuestra calidad de vida. Como habitante de Changchun, me siento orgullosa y creo que también ofrece a los visitantes una ventana a una ciudad más abierta y culturalmente rica", dijo Zhao Linan, residente de Changchun.

Desde puestos de desayuno hasta espacios artísticos, las ciudades chinas están reinventando lo que significa vivir bien, construyendo no solo para el futuro, sino para quienes hoy llaman hogar a estos lugares.