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Los pequeños productores mexicanos de tomates serán los más afectados ante los aranceles de EE. UU.
CGTN Español

05:14

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Campesinos mexicanos temen por los aranceles impuestos desde la Casa Blanca sobre los tomates que sean exportados hacia los Estados Unidos. La medida podría desencadenar una caída drástica en el precio del fruto ante la saturación de oferta en el mercado interno de México. Nuestro corresponsal, Juan Carlos Aguirre se trasladó hasta el EDOMEX para conocer de cerca la realidad de los productores artesanales del jitomate quienes piensan, desde ya, en cambiar de cultivos para evitar pérdidas…

En el municipio de Jocotitlán, Estado de México, a unas dos horas de la capital mexicana, se trata de incentivar la venta de los productos cosechados en sus tierras. Desde la Dirección del Campo de esta localidad, Bulmaro Vieyra, líder de la dependencia siente temor por las fuertes lluvias o sequías que cambian el ecosistema en la zona, pero ahora, también teme por los agentes externos que pueden golpear a los productores, entre ellos el efecto Donald Trump y los aranceles sobre los Jitomates mexicanos.

"Pues obviamente, claro que sí nos afectan los aranceles, porque si nos damos cuenta en la zona norte de nuestro país que es Sinaloa, pues son productores muy extensos y si no exportamos nuestro producto de jitomate a nuestros hermanos vecinos, pues obviamente que va a haber sobre población aquí en nuestro México y eso nos afecta a que nuestros precios o cuando el precio de nuestros productos pues se bajen", dijo Bulmaro Vieyra, director del Campo en Jocotitlán.

En esta parte del país, el precio del kilo del tomate rojo alcanza el dólar. Puesto en el terreno de cosecha no supera los ochenta centavos. En el centro del pueblo de Jocotitlán, Santiago y su esposa Marisela trajeron unos 40 kilos de jitomate. La venta ha sido lenta. Al final de la jornada solo vendieron poco más de la mitad de lo que pusieron en las cestas. Al irse hacia su invernadero, el trabajo continúa, pero temen que las ventas no mejoren y deban ofertar más bajo cuando los grandes productores busquen liquidar la carga que ya no exportan hacia los Estados Unidos.

Tienen un par de invernaderos que, en total, suman unos dos mil metros cuadrados y en ellos producen cerca de una tonelada de jitomate a la semana. Es un trabajo que hacen en familia, desde la puesta de semilla, el cuidado de la planta y su fruto, hasta la cosecha y venta. Critican las acciones de Donald Trump y confían en que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, logre un buen acuerdo con su homólogo estadounidense.

Solo en este municipio del Estado de México hay más de 120 productores de jitomate. Labran 50 hectáreas capaces de arrojar más de 20 toneladas por semana de tomates en diferentes presentaciones, pero el país, en su conjunto, registra 3.6 millones de toneladas al año de los cuales la mitad se exporta y de esos 1.8 millones, más del 90 por ciento sale hacia los Estados Unidos. Son más de 2.800 millones de dólares que entran al país por este concepto.

"Del 100 % de productos agrícolas de exportación, el jitomate representa el 13.1 % de lo que México exporta en términos de productos agrícolas. Y en términos de generación de riqueza, la exportación de jitomate representa el 1.3 % del Producto Interno Bruto. Es decir, el jitomate sí tiene una representatividad en cuanto a producción, empleo, riqueza y exportación", afirmó José Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Economía de la UNAM.

La posible caída en las exportaciones del jitomate hacia los Estados Unidos, en resumen, traería tres grandes problemas. El primero de ellos, desempleo; el segundo, la migración y el tercero, el incremento de la violencia tomando en cuenta, por ejemplo, que el mayor productor de jitomates en el país es el estado de Sinaloa, hoy, uno de los más convulsos. Las repercusiones para la economía mexicana se empezarían a sentir en septiembre al punto de colocar a México en el umbral de la recesión para el cuarto trimestre de 2025.