Durante los seis primeros meses de este año, China registró más de 38 millones de cruces de fronteras por extranjeros, un 30 % más que el año anterior, según la Administración Nacional de Inmigración. El crecimiento se debió en gran medida a la política de entrada sin visado, que permite a visitantes de más de 50 países entrar y permanecer en China hasta 10 días sin visado.

Durante este periodo, las entradas sin visado aumentaron más de un 50 % interanual, constituyendo el 70 % de todas las entradas de extranjeros en China. Grandes ciudades como Beijing, Shanghai y Wuhan han registrado aumentos significativos en las entradas. En provincias como Hainan y Hunan, más del 90 % de los visitantes eran turistas extranjeros que viajaban al amparo de la política de exención de visado.