Wei Qi es obrero de mantenimiento de vías en la ciudad de Xuzhou, pero su corazón siempre ha estado en el campo de fútbol. Desde los cuatro años, cuando descubrió que su padre jugaba al fútbol, nació en él una pasión que lo acompañaría toda la vida.
01:46
Error loading player: No playable sources found
A pesar de las dificultades y de la presión familiar para abandonar el deporte, Wei decidió seguir luchando. Su padre, conmovido, le prometió: "Si decides seguir, te apoyaremos aunque nos cueste todo". Wei entrenó durante años como jugador profesional, y solo veía a sus padres una vez al año.
Para él, el fútbol no es solo un deporte: es libertad, concentración y felicidad. Su historia es sencilla pero poderosa, es una vida de perseverancia, familia y amor por el juego.