Con motivo de las conversaciones económicas y comerciales que el viceprimer ministro chino He Lifeng mantendrá con Estados Unidos en Suecia a finales de este mes, la fortaleza y resistencia de la economía china vuelven a estar en el candelero. Esta ronda de conversaciones, acordada mutuamente por ambas naciones, no es sólo un compromiso diplomático, sino también un testimonio de la perdurable vitalidad económica de China en un entorno internacional complejo.

Estadísticas recientes subrayan la solidez de la economía china. En el primer semestre de 2025, el PIB creció un 5,3 % interanual, superando las expectativas del mercado a pesar de los vientos en contra a escala mundial. Esta cifra refleja algo más que un crecimiento temporal: muestra la resistencia estructural y la adaptabilidad de una economía que sigue evolucionando y actualizándose.
La demanda interna se erigió en la piedra angular del crecimiento, contribuyendo en un 68,8 % a la expansión del PIB en este periodo. Iniciativas como la modernización de equipos a gran escala y los programas de intercambio de bienes de consumo han estimulado eficazmente el gasto, amortiguando la economía china de las perturbaciones externas.
Sólo en los cinco primeros meses de 2025, el programa chino de intercambio de bienes de consumo generó 1,1 billones de yuanes (153.100 millones de dólares) en ventas, superando la cifra de todo 2024. Impulsadas por el programa, las ventas minoristas de bienes de consumo en China crecieron un 5 % interanual en los últimos seis meses, 0,4 puntos porcentuales más que el crecimiento registrado en el primer trimestre.
Aunque las incertidumbres externas han introducido cierta presión, la diversificación comercial de China y la producción constante de las industrias manufactureras y de servicios de alta tecnología han proporcionado un fuerte apoyo a la economía.
Aunque el comercio de China con algunos países occidentales disminuyó, su comercio con los países socios de la Franja y la Ruta, los países de la ASEAN, la Unión Europea y las naciones africanas experimentó aumentos respectivos del 4,7 %, el 9,6 %, el 3,5 % y el 14,4 % en el primer semestre de 2025. Esta expansión de las relaciones comerciales ha ayudado a China a reducir su dependencia de un solo mercado, disminuyendo el impacto de las políticas proteccionistas de algunas economías occidentales.
La resistencia de China repercute más allá de sus fronteras. Como motor crucial del crecimiento mundial, los constantes resultados económicos de China fomentan la confianza de los mercados internacionales y ejercen una influencia estabilizadora en medio de las incertidumbres mundiales. Gracias a su continua apuesta por el crecimiento de calidad y la apertura, China ofrece a la comunidad internacional un motor fiable para la prosperidad compartida.
Un informe reciente del Consejo Empresarial EE.UU.-China indica que el 82 % de las empresas estadounidenses que operan en China obtuvieron beneficios en 2024. Aunque muchas citaron las incertidumbres en las relaciones entre China y Estados Unidos y los aranceles como su principal preocupación, el mercado chino sigue siendo crucial para ellas.