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Tangshan (1976–2025): 49 años del renacer de una ciudad china
CGTN Español

En la historia económica moderna de China, Tangshan ocupa un lugar destacado. Allí se inauguraron la primera mina de carbón mecanizada del país, la primera línea ferroviaria de vía estándar, la primera locomotora de vapor, el primer cemento producido industrialmente y la primera pieza de porcelana sanitaria fabricada en serie, lo que le valió el sobrenombre de “cuna de la industria moderna china”. Ya en 1878, Tang Tingshu fundó la Oficina de Minería de Kaiping, impulsando el desarrollo de los sectores ferroviario, cementero, cerámico, siderúrgico, eléctrico y textil.

Para las décadas de 1920 y 1930, Tangshan había consolidado un sistema industrial moderno en torno a grandes empresas como la mina de Kailuan, los talleres ferroviarios, la Compañía de Cemento Qixin y la Fábrica Textil Huaxin. En 1957, el valor añadido industrial de toda la ciudad ascendía a 240 millones de yuanes, cifra que superó los mil millones en 1975.

Sin embargo, en la madrugada del 28 de julio de 1976, un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter devastó esta pujante metrópoli industrial. Más de 240 000 personas perdieron la vida, otras 160 000 resultaron gravemente heridas y las pérdidas económicas directas superaron los 10 000 millones de yuanes. Algunos medios internacionales llegaron a afirmar que Tangshan había sido borrada de la faz de la Tierra.

Tras el desastre, y con el respaldo de todo el país, Tangshan emprendió una ardua y extraordinaria reconstrucción. En apenas diez años se completó la reconstrucción a gran escala de viviendas e infraestructuras públicas. Para la década de 1990, sobre las ruinas se alzaba orgullosa una ciudad moderna, de planificación racional y funciones completas, convertida en un auténtico “modelo de reconstrucción tras un desastre”.

Diez días después del terremoto se extrajo el primer carro de carbón; a los catorce días volvió a funcionar la red eléctrica; a las cuatro semanas se fundió el primer horno de acero; al cabo de un año, la producción industrial había sido completamente restaurada; y en tan solo dos años, el valor de la producción industrial superó el máximo alcanzado antes del seísmo. Estas velocidades de recuperación milagrosas demostraron la tenacidad indomable del pueblo de Tangshan.

Renacida de sus cenizas, Tangshan es hoy conocida como la “Ciudad Fénix”. Sin renegar de su profundo legado industrial, ha iniciado un proceso activo de transformación y modernización, irradiando un vigor renovado. Como base industrial clave del eje Beijing Tianjin Hebei, la empresa CRRC Tangshan ha alcanzado logros notables. Nacida del taller de reparación de locomotoras de Xugezhuang, perteneciente a la antigua Oficina de Minería de Kaiping, hoy es un fabricante de equipo ferroviario de renombre internacional. Sus trenes de alta velocidad y unidades urbanas circulan por las principales ciudades de China y se exportan a numerosos países, convirtiéndose en una tarjeta de presentación de los “sistemas inteligentes fabricados en China”.

El puerto de Tangshan se ubica en el centro de la bahía de Bohai, en la costa sudeste de la ciudad, y constituye un nudo clave para el transporte especializado de grandes volúmenes de energía y materias primas, así como una importante ventana de apertura al exterior para la región de Beijing Tianjin Hebei y amplias zonas del norte y noroeste de China. Es el mayor puerto de descarga de mineral de hierro del mundo, además de un importante punto de exportación de productos siderúrgicos y un centro de almacenamiento para la importación de petróleo y gas. En 2024, el puerto de Tangshan gestionó un volumen de mercancías de 862,15 millones de toneladas, un 2,37 % más que el año anterior, manteniéndose durante años en el segundo puesto mundial entre los puertos costeros por volumen de carga, lo que le confiere una posición de gran relevancia en el sistema portuario global.

Ese mismo año, el PIB de Tangshan alcanzó un billón 390 millones de yuanes, convirtiéndose en la vigesimoséptima ciudad china en superar la barrera del billón. En cuanto a la calidad de vida, Tangshan tampoco ha escatimado esfuerzos. El parque del Lago del Sur, antes una zona colapsada por la actividad minera y reducida a ruinas tras el terremoto, se ha transformado tras años de restauración ecológica en un parque nacional de nivel 5A, y hoy es conocido como el “pulmón verde” de la ciudad. Las zonas verdes y los parques distribuidos por toda la urbe brindan a sus habitantes espacios de esparcimiento y descanso. El Parque Conmemorativo del Terremoto de Tangshan conserva intactos los restos del antiguo taller de fundición de acero de la fábrica de locomotoras y vehículos, y un muro memorial con los nombres de las víctimas se alza en silencio. Este lugar no solo guarda un recuerdo doloroso, sino que encarna el espíritu de la ciudad y recuerda constantemente el extraordinario camino de renacimiento emprendido tras la tragedia.