Con la llegada de las vacaciones de verano, muchos estudiantes eligen viajar por China para relajarse y aprovechar el descanso. En los últimos años, la forma en que los jóvenes chinos viajan ha cambiado gradualmente: de solo tomar fotos como recuerdo, han pasado a vivir experiencias más profundas. De la observación han pasado a la participación activa, y el patrimonio cultural inmaterial se está convirtiendo en una nueva tendencia. A través del aprendizaje y la experiencia directa, los jóvenes profundizan su interés por el conocimiento y fortalecen su identidad cultural.

En la ciudad de Fuzhou, provincia de Fujian, Zheng Xianglin, de 77 años de edad y heredero del patrimonio cultural inmaterial, visitó una escuela primaria para enseñar a los niños el arte de fabricar faroles de la calle Nanhou, un proyecto reconocido a nivel provincial como patrimonio cultural inmaterial. Este es el décimo año de Zheng Xianglin como maestro en el arte de fabricar faroles. Los niños, vestidos con trajes tradicionales chinos, se reunieron para experimentar esta técnica artesanal, perfeccionar sus habilidades y profundizar su identidad cultural.
En los últimos años, Fuzhou ha impulsado activamente cursos culturales distintivos y ha innovado en la creación de espectáculos de danzas y presentaciones con faroles, explorando a fondo el valor cultural de estas tradiciones. De esta manera, se busca que los niños disfruten de la riqueza del patrimonio cultural inmaterial y fortalezcan su confianza en su propia cultura.