Ya han comenzado las celebraciones navideñas en todo el mundo, tanto para laicos como religiosos. En Finlandia, por ejemplo, "Santa Claus" abandonó su residencia en el círculo polar ártico para repartir regalos a todos los niños. En cambio, en Palestina los visitantes peregrinaron hasta Belén, uno de los lugares con mayor significado religioso para los cristianos.
Varias familias se reunieron a temperaturas que rozaron los -22 grados en la residencia oficial de Santa Claus, en la ciudad finlandesa de Rovaniemi, dentro del círculo polar ártico, para escuchar villancicos y despedirse de Santa, que se embarca en el periodo más agitado de su calendario.
Mientras sus elfos deleitaban al público con una danza para desearle suerte, Santa se dirigió al público en finés e inglés, para desearle unas felices y pacíficas navidades.
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