Uno de los mayores seguidores de Bruce Lee quedó fascinado hace 30 años con el Wing Chun, un arte marcial chino que se popularizó gracias a las películas de kung fu. Ahora, este italiano es todo un experto que se refiere a sí mismo como un descendiente del Wing Chun.
Ha adoptado el nombre chino de Bai Qibo y acaba de abrir una escuela en Shanghai para transmitir sus conocimientos sobre este arte marcial.